domingo, 16 de agosto de 2015

Mi reveladora coincidencia con el Principio de Peter

Como todos aquellos que han pasado por las aulas de una universidad saben, escribir un ensayo o reporte a cerca de algún tema o libro en particular es más común de lo que uno podría esperar o incluso desear para los que  como yo la escritura no es un hábito y nos cuesta bastante trabajo poder expresar lo que pensamos por este medio. Sin embargo, al tratarse de un tema tan revelador para mí como lo fue el Principio de Peter, hago esto con cierta alegría, ya que como pocas lecturas, ésta me ha hecho reflexionar no sólo a cerca de mi vida como estudiante sino también en mi paso por este planeta.

Antes de empezar permítanme dar algunos antecedentes, empezando por esta pregunta: ¿qué es el Principio de Peter? El Principio de Peter fue descubierto por el Doctor Laurence J. Peter y su primera presentación pública fue en el año de 1960 como parte de un seminario que el Doctor impartió a un grupo de empresarios. La razón por la que el doctor empezó su investigación fue porque él buscaba una manera de justificar la incompetencia de la mayoría de la gente al desarrollar ciertas tareas. Por azares del destino el doctor coincidió con el reportero Raymond Hull quién le ofreció recopilar sus investigaciones para que el mundo entero pudiera enterarse de sus descubrimientos. No fue sino hasta el año de 1969 que William Morrow ofreció publicar el libro dando así nacimiento a El Principio de Peter – Tratado sobre la incompetencia o porque las cosas van siempre mal –  título en español.

Bien, ha llegado la hora de la verdad, ahora trataré de dar mi opinión acerca de esta obra literaria; cabe señalar que mi intención no es la de dar una crítica acerca de la manera en la que el libro fue escrito ni de los métodos por los que el Doctor se guió para obtener sus conclusiones ya que carezco enteramente de los conocimientos necesarios para hacerlo, sino que daré mi interpretación del escrito. La dinámica que seguí fue la de parafrasear los puntos que a mi parecer son los más relevantes y luego di mi opinión Esta opinión es enteramente propia y puede estar o no equivocada. Aclarado esto ahora sí, daré inicio a la interpretación del texto el Principio de Peter.

Desde que inicié con la lectura, algo me atrajo, llamó inmediatamente mi atención, no sólo por lo relevante del tema que es la incompetencia sino por la manera tan entendible en la que el Doctor explica sus argumentos, enriqueciéndolos con cortos ejemplos que te ayudan a tener un panorama más amplio de lo que se está exponiendo.

En el libro el Doctor hace mención de una ciencia totalmente desconocida para mí que es la Jerarquiología; estudio del comportamiento del individuo en un sistema de rangos, y en la cual se argumenta que el individuo siempre buscará el ascenso en esa pirámide, tanto en el ámbito profesional como en el social. Es esta búsqueda del ascenso en la que el Doctor expone lo que para mí es la piedra angular del libro: “El individuo ascenderá hasta alcanzar su nivel de incompetencia” ¿y qué es esto? Pues que una persona al demostrar ser capaz de realizar cierta actividad se hará acreedora a un “ascenso” en la pirámide, obviamente con el mayor número de responsabilidades que esto conlleva y así simultáneamente hasta que esa persona llega a su tope, es incapaz de seguir realizando su trabajo satisfactoriamente y no importa cuánto se esfuerce, una vez en ese punto, que el autor llama colocación final, la persona se verá estancada ahí sin poder hacer nada al respecto.

En una estructura empresarial el hecho de que una persona llegue a su nivel de incompetencia da origen a muchos problemas; baja producción y baja eficiencia de los equipos de trabajo entre otras cosas, por lo que el autor menciona ciertas actividades que las empresas llevan a cabo para tratar de contrarrestar esto. Una de esas actividades es la de contratar nuevo personal, éstas, al iniciar en cierto nivel de la pirámide digamos que se encuentran aún en su nivel de competencia, por lo que existe un ligero repunte en la producción y eficiencia en las empresas, pero esto es sólo temporal, porque como ya lo mencioné, los nuevos trabajadores también ascenderán hasta encontrar su nivel de incompetencia y el siclo vuelve a repetirse. En cuanto a los antiguos trabajadores se suele hacer la sublimación percuciente o pseudo asenso que consiste en promover de rango a un trabajador que ya ha demostrado ser incompetente pero que sirve para hacerlo a un lado y dejar un espacio libre para “la sangre nueva”, en esta práctica, aunque parezca ilógico ascender a alguien que ha demostrado no ser apto para seguir desempeñando una tarea  que escapa a sus capacidades tiene sus ventajas, ya que los demás empleados al ver que esa persona pudo ascender, les sirve como motivación y llegan a creer que también ellos pueden lograrlo, permitiendo así que siga funcionando el sistema jerárquico. Otra de las prácticas empleadas es el arabesco lateral, que a diferencia de la sublimación percuciente, no se asciende a nadie sino que se crea un nuevo puesto, con un nuevo título pero con el mismo sueldo y prestaciones, librándose así del problema que representa una persona incompetente. Si bien esto puede traer algunas ventajas, siento que a la larga puede entorpecer el correcto funcionamiento en una empresa, ya que al generar nuevos puestos, se aumenta la burocracia; aunque estos nuevos cargos no tengan una participación representativa en los lugares de trabajo, se debe destinar recursos aunque sean mínimos para la manutención de ese nuevo departamento, como dicen, se está tirando dinero bueno al malo.

Como en todo siempre existen los extremos, esta no es la excepción, ya que se pueden encontrar personas súperincompetentes y súpercompetentes, en ambos casos se presenta una agresión al sistema jerárquico, ya que por ejemplo la persona súperincompetente, al carecer de toda destreza para realizar su labor sin importar las veces que ésta lo intente, jamás tendrá éxito por lo que no es productiva para la empresa y terminan despidiéndola. En caso contrario están los súpercompetentes que al demostrar gran facilidad para llevar a cabo su tarea y ser evidentes merecedores de un ascenso trastornan la manera en la que funciona el sistema jerárquico por lo que éstos también terminan por ser despedidos, aunque para ellos existe otra salida que es la del emprendimiento, como por ejemplo iniciar su propio negocio, en este punto en particular, me llama la atención la manera en la que el sistema intenta detenerte a pesar de demostrar que te sobra capacidad para llevar a cabo cierta actividad, aunque analizándolo bien, el hecho de demostrar sobrecapacidad para algo, y más cuando esa persona se encuentra en un plano de subordinado, siempre termina por provocar envidia entre los demás trabajadores e incluso por parte de sus jefes, entorpeciendo la actividad empresarial. Aunque ya en un papel de jefe o de director general, estas envidias se reducirían y podrían convertirse incluso en admiración y respeto por parte de sus subalternos.

Presenta también algunos modos para poder acelerar el proceso de ascenso que son los de Impulso y Empuje, en el caso del impulso implica ser impulsado por alguien más, el autor recomienda buscar un “padrino” dentro de la organización que nos ayude a ascender más rápido de puesto a través de la recomendación, algo que no me gustó de este punto y tal vez se vea algo rojillo de mi parte fue que el autor hace alusión a que cuando ese padrino deje de servirnos y siempre y cuando aún no lleguemos a nuestro nivel de incompetencia, lo desechemos y busquemos a otro que pueda seguir ayudándonos a escalar la pirámide ¿pero dónde queda la lealtad? ¿Podemos pasar encima de cualquiera con el pretexto de seguir escalando sin preocuparnos en mirar atrás? Sé que se escuchada muy idealista, será porque en estos momentos paso por una etapa un tanto socialista en mi vida pero tal vez me falta ver el panorama completo, realizarme más preguntas como ¿por qué el padrino nos ayuda a ascender en la escala jerárquica? La respuesta es obvia, porque a él le convenía en cierto punto que nosotros ascendiéramos, aun así creo que este tema requiere más reflexión de mi parte.

El Doctor presenta tres opciones que podemos tomar en caso de llegar a nuestro nivel de incompetencia, el primero, el menos conveniente, es enfrentar la realidad. Saber que hemos llegado a nuestro punto crítico, a nuestro nivel de incompetencia y no importa que tanto nos esforcemos, así seamos los primeros en llegar al trabajo, los últimos en irnos, jamás podremos salir de ese hoyo y  no queda más que sentirnos culpables por no poder hacer un trabajo satisfactorio. La segunda opción es la de vivir en la total mentira, implica no darse cuenta realmente que hemos llegado a ese nivel de incompetencia e incluso seguir creyendo que podemos lograr un ascenso más. Realmente complicado, al menos yo no creo ser capaz de no darme cuenta cuando no sirvo para algún trabajo, en lo personal tiendo a ser reflexivo y analítico con lo que hago. No sé ustedes, pero esta opción quedaría totalmente descartada al menos para alguien consciente y realista.

La tercera opción, y la que implica a su vez la aplicación de otras opciones es la de la Sustitución, que es la de sustituir nuestros labores por otros en los que realmente seamos buenos, delegando las otras obligaciones a los subalternos.

En las múltiples alternativas que ofrece el doctor para sobrellevar el peligro de llegar a nuestro nivel de incompetencia, la que más me agradó fue la de hacer creer a los demás que hemos llegado a nuestro nivel de incompetencia por medio de algunos detalles con los que nadie podría sospechar que todo es actuado, como por ejemplo la manera de vestir, la manera de hablar, entre otros, para evitar el ascenso y con él llegar a nuestro nivel de incompetencia y a la desdicha que éste trae consigo. Pero lo difícil aquí es ¿cómo saber que estamos por llegar a nuestro punto crítico? Huimos del ascenso, pero ¿no sería mejor arriesgarnos un poco? ¿O será que nuestro cuerpo presiente cuando estamos cerca de nuestro límite? En fin, tal vez tengan razón los que dicen que la vida es una ruleta rusa y no sabemos lo que nos pueda deparar. Bueno, retomando el hilo sobre la opción de aparentar haber llegado a nuestro punto crítico para evitar el ascenso; pero aun así seguir realizando un trabajo para el que somos productivos, el verdadero secreto para obtener éxito actuando es guardar el secreto, no compartir con nadie tus verdaderas intenciones ¿difícil, cierto?


Ahora siento que mi cerebro es incapaz de seguir hilando más frases, por lo que será mejor concluir este intento de ensayo. El Principio de Peter me reveló que todos, absolutamente todos llegaremos a nuestro nivel de incompetencia, a menos que la pirámide jerárquica en la que participamos no tenga los suficientes niveles como para llegar al punto de la incompetencia, por lo que quien llegue ahí y aún no alcance su nivel de incompetencia, seguirá haciendo su trabajo de una manera competente o bien que uno burle al sistema con algunos artilugios como la de aparentar ser incompetente. El libro, me hizo reflexionar acerca de cómo esta incompetencia afecta en la calidad de vida de todos los habitantes de esta tierra, cómo afecta la calidad en la producción o eficiencia de una empresa, me hizo desear jamás llegar a ese nivel de incompetencia por temor a sentirme frustrado por hacer lo que hago, así que tendré que tener los ojos bien abiertos para darme cuenta cuando ese punto esté cerca para así poder evitarlo. Realmente recomiendo el libro, les hará ver la forma de cómo funcionan las cosas de una manera muy distinta, desmentirá ciertas ideas que incluso en las escuelas nos han inculcado.

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