Cuando
uno piensa en algún tipo de fábrica se imagina un gran complejo con naves
enromes y decenas de personas involucradas en el proceso; pero no es precisamente
así en una fábrica destinada a producir textiles no tejidos donde el espacio es
reducido en comparación con otras destinadas a procesos más tradicionales,
obviamente esta comparación se hace en igualdad de producción.
Al
entrar a la fábrica lo primero que pudo apreciar es el almacén de materia
prima, donde están dispuestas pacas cerradas con rafia y flejes de plástico que
contienen el material que dará origen al no tejido. Principalmente son fibras
recicladas de PET lo que me hace deducir que la materia prima es más barata que
otras, siendo está la segunda ventaja de la fabricación de no tejidos.
Siguiendo
el recorrido me encuentro con tres máquinas encargadas de abrir y mezclar los
copos de fibras que están siendo alimentadas por un solo operador. De manera
neumática la fibra es transportada a un gran silo donde se vuelve a mezclar y
posteriormente es enviada al inicio del cardado y formación de napa por medio
de unas bandas transportadoras con púas. En la carda, conformada por cuatro
rodillos trabajadores y un rodillo principal se busca nivelar la cantidad de
masa a lo largo y ancho de la napa. Saliendo de la carda entra a una máquina
que mediante una banda de vaivén se le esprea resina para mejorar la cohesión
entre las fibras y cumplir con ciertos requisitos.
Después
de que se le aplica la resina, la napa es guiada por unas bandas
transportadoras hacia un horno que consta de tres niveles para fijar bien la
resina. Finalmente están unos rodillos cortadores que marcan las orillas del no
tejido para que posteriormente dos operadores la desprendan con un simple tirón
y el rollo de producto está al fin terminado. En una báscula operada por otro
trabajador el rollo es pesado y le colocan una etiqueta con las
especificaciones de fabricación. Y aquí es donde encuentro una de las
desventajas de este productor, ya que el rodillo es bastante voluminoso pero su
peso es mínimo, no más de dieciséis kilogramos por lo que el transporte y
almacenado es un problema.
En
toda la fábrica no vi a más de quince empleados, por lo que es esto sin duda
otra de las ventajas de la fabricación de textiles no tejidos. Otra ventaja
evidente es lo corto y rápido del proceso y la gran capacidad de fabricación
que ofrece.
De
esta mi primera visita industrial a una fábrica de textiles no tejidos quedo
fascinado e intrigado a seguir investigando más sobre los diferentes procesos de
fabricación de no tejidos y los usos que estos tienen.
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